Cuando te divorcias o te separas todo tu mundo se vuelve patas arriba, las que creías tus amigas ya no te llaman, las que creías conocidas dejan de saludarte, y las que creías que ni sabían ni tu nombre se acercan a ti para apoyarte y darte ánimos. Todos tendemos a unirnos a personas que están en nuestra misma situación, parejas, casados, con hijos, separados, solteros... Nos vamos agrupando por la situación vital que tenemos. Y cuando tu situación cambia tus amistades también cambian, y en un pueblo, donde todos nos conocemos es aún peor. Al principio, nadie lo sabe (o eso crees tú), se lo cuentas a tus conocidos más cercanos, a veces, si el pueblo es muy pueblo no te da tiempo ni a llamar a tus amigos para contárselo tú misma. La verdad, seguro que te imaginas miradas furtivas, cuchicheos a tu paso, caras lastimeras en la cola del médico o del super... Quizás sea por mí, que veo siempre la cara buena de la gente, no tengo ninguna maldad y no pienso que todo gira en torno a ...
Divorciarse no es un drama y yo te lo voy a demostrar.