Como ha ido el 2019 es algo que ni yo misma puedo responder, en una montaña rusa desde que en noviembre de 2018 diera el paso para separarme, este año ha sido caótico y fantástico a partes iguales. Empezó sin presiones, sin objetivos por cumplir salvo el de seguir la línea marcada, que ya era mucho. No decaer, no volver sobre mis pasos y seguir adelante con la decisión que había tomado era mi compromiso conmigo misma y con los que me quieren, y a día de hoy aun sigo intentándolo. Pues eso que ahí estaba yo, a día 2 de enero de 2019, haciendo de tripas corazón, después de haber pasado mi primera nochevieja sin niños y haciendo la lista de los Reyes Magos para los sobrinos políticos, (que a día de hoy aun no he visto). Y de ahí para adelante, todo cuesta abajo, discursiones por la custodia, cumpleaños sin niños, que si esta semana me tocan a mí, que si la casa me la quedo yo... Lo que viene siendo un divorcio y que un año más tarde aún sigue ...
Divorciarse no es un drama y yo te lo voy a demostrar.