CÓMO SEPARARME ME HA HECHO MEJOR MADRE

Cuando te conviertes en madre, el primer día que ves las dos rayitas en el predictor, tú mundo cambia tú percepción cambia y tus valores y objetivos cambian. 




Cuando tu hijo llega el mundo, tú ya eres otra totalmente distinta, has dejado de comer muchas cosas que te gustaban, has dejado de ir o de hacer cosas con las que te sentías feliz, y has dejado de pensar en ti para pensar en dos. 

Durante los primeros días y semanas, tú no eres tú, solo eres alimento, cobijo, y mimos para otra persona, no puedes ducharte, no puedes dormir, no puedes ni siquiera ver la serie que te encantaba... Porque ya vives para otra persona. 

Y aunque actualmente hay muchos padres involucrados en la crianza, es muy difícil que lleguen a ese nivel de implicación, aunque ahora tengan las mismas horas y responsabilidad dentro de ese núcleo familiar. 

Es por ello que nos sentimos cansadas, agobiadas, ninguneadas, con muy poca autoestima y poco poder de decisión, al final dejamos que los demás decidan por nosotros debido a nuestra agotamiento mental y físico. 

Eso déjame decirte que con el tiempo no mejora pero tu cuerpo se adapta a ese ritmo, y vas volviendo a tu vida pre-madre. 

Cuando tome la decisión de separarme, igual que millones de madres que también lo hacen, pensé en que no sería capaz de pasar una noche sin mis hijos, de pasar un día sin que me contaran que habían hecho, o sin ver sus expresiones cuando algo los fascina o descubren algo nuevo... 

He de decir que la primera noche sin ellos fue muy dura, pero sabía que lo estaba haciendo por un bien mayor, que era darle la estabilidad y la felicidad que merecían. 

Ahora pasado este tiempo sé que tome una buena decisión, y que gracias a ella puedo decir que soy mejor madre. 

Por qué ser madre como dice Laura Baena no es renunciar, ser madre no te prohíbe ser amiga, hermana, esposa, trabajadora, compañera... Pero nosotras como madres sí que sentimos que cada vez que damos un paso en una dirección diferente estamos quitando valor a nuestros hijos.

Pues bien te diré que desde que soy madre separada, disfruto mucho más del tiempo con mis hijos, estoy mucho más disponible para ellos, y valoro mucho más cada acción y cada momento que compartimos. 

Porque si eres madre mientras cocinas, lavas, limpias, hablas por teléfono con tu amiga o con tu madre, atiendes un email de tu jefe, o estás viendo la serie a la que estás enganchada, no estás siendo madre, está haciendo un ente que divaga por ahí, sin prestar atención y que está agotada de hacer 100 cosas a la vez. 

Serás una persona que pierde la paciencia fácilmente, serás una persona que por no discutir con tus hijos acabarás haciendo su trabajo, serás una persona que permitirá que te falten el respeto y que incumplan normas por el hecho de que no estás para guiarlos y hacerlos discernir entre el bien y el mal. 

Si confías, y sabes que el tiempo que no estén contigo van a estar bien, vas a ser mejor madre. El truco está en el autocuidado, en disfrutar cada momento sin prisa y sin sentirte culpable. Porque igual que cuando estás con ellos estás 100% concentrada, en el trabajo te volverás mas responsable, cuando estes con tus amigas cenando disfrutarás sin miedo y sin culpa. Organizaras tu casa sin la tensión de que a los 5 minutos este todo destrozado otra vez. Y cuando vuelvas a ser madre estarás tranquila, relajada y enfocada en esa parte de tu vida qué es la crianza de tus hijos. 

Hazme caso, pruébalo y cuéntame qué te parece

© No es un drama
Maira Gall