matrimonio

12/09/21

Con 18 años conocí a un chico, 5 años después me casé con el, creyendo que era mi alma gemela, creyendo que juntos seríamos como "los Increíbles", creyendo que era la parte que me faltaba para que mi vida fuera perfecta. 

10 años después, con casi 33 años, marqué por primera vez en un formulario la casilla de "separado". 



Cuando te imaginas cómo será tu vida, o tu boda, tu Familia,... nunca acabe el pensamiento de que te divorciadas. Pero al final cómo a la mitad de la población ese paso también llega, y la verdad es que me parece increíble que aún a día de hoy sigue siendo un tabú o una lacra el haberte separado... Cuando todos tenemos en nuestro círculo cercano a alguien que ha pasado por eso. 

Por eso ofreciéndote la ayuda que a mí no me dieron en su día, te voy a contar lo que me gustaría que me hubiesen contado. 

Si hubiera sabido entonces lo que sé ahora, ¿habría evitado divorciarme?

No, absolutamente no.

Los caminos y decisiones que he tomado me ha llevado a donde estoy ahora, y estoy muy feliz. Pero habría manejado las cosas de manera diferente, no habría sido tan dura conmigo misma y habría mantenido la cabeza bien alta. 

1- El final de tu matrimonio no es el final de tu vida

Cuando cogí las maletas ya mis dos hijos sentí que había fracasado, sentí que estaba hundida, y que ya nada mi vida tenía sentido. 

Todas pensamos que el matrimonio es de por vida, y tomar una decisión de por vida cuando somos jóvenes no siempre va a funcionar ¿Quién no se ha equivocado con un tatuaje o al elegir una carrera? ¿Porque elegir una pareja iba a ser diferente? 

Si te casas cuando tiene 23 años, es posible que hayas vivido la vida durante 23 años, pero ¿cuántos de esos años ha sido realmente una adulta? 3? 5? ¿Menos?... 

Ahora pienso que al igual que te sacas el carnet del coche y tienes un año para asentar los conocimientos, cuando te conviertes en adulta también deberíamos de tener un periodo de reflexión, para meditar sobre las decisiones que tomamos.  

2- No has fracasado, has aprendido. 

Todos piensan que cuando algo sale mal es porque ha sido un fracaso, pero no recuerdan la primera vez que andas te la primera vez que te montaste en bici la primera vez que te subiste un patinete... Cuando te caíste te volviste a levantar no era un fracaso era una aprendizaje. 

Y por supuesto esto no iba a ser menos, yo aprendí lo que no quiero y todavía estoy en busca de lo que quiero. Aprendí mis límites, aprendí a respetarme y a quererme a mí misma, aprendí que mis hijos están por encima de todo, incluso de mi pareja o de su padre. 

Y sobre todo aprendí a decir que no a las cosas que realmente no quería. 

3- Las cosas se van a poner mucho más difíciles de lo que piensas, pero lo superarás.

Nuestra separación al principio fue muy cordial, por supuesto porque yo cedí en todo, tenía tantas ganas de irme, me quedaba tan poca fuerza para discutir, sobre todo tenía tanta ansiedad porque mis hijos empezarán una nueva vida libre y lejos, que le decía si a todo. A los turnos de custodia, a quién se queda con la casa, a pasar tiempo en familia juntos para que los niños no le echarán de menos, hasta pasamos las siguientes Navidades juntos... 

Hasta que un día me planté, y me dije a mí misma que esto no era sano ni para mí ni para ellos, reclamé mis pertenencias, tanto físicas como emocionales, y ahí fue cuando empezó la guerra. 

Por qué las personas que se ofenden cuando pones límites, son las que se aprovechaban de que no lo tuvieras, por eso desde el minuto uno te aconsejo que pongas límites, contacto cero, y una lista bien visible todo lo malo que te hacía sentir estar en esa situación para que no se te olvide. 

Y créeme que va a ser un camino lento lento, en el que dudarás muchas veces de estar segura de la decisión que tomaste, yo llevo 3 años y aún no he terminado... Y créeme que no termina sólo con la firma del contrato, ahí es donde empezará lo peor, las disputas, la custodia, las nuevas parejas, las nuevas familias... 

Aunque créeme si te digo que todo eso merece la pena, mucho más que estar en una vida que no es vida...


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Y creo que por hoy ya te he puesto suficientemente nerviosa, el resto te lo cuento en otro post. 

11/17/19

Esta pregunta que me hacen conocidos y amigos día sí y día no, tiene muchos matices y muchas anotaciones.

papa y niña caminando calle detras de mamá y bebe.



Llevarte bien con tu expareja, no significa irte de cañas, no significa que sois amigos ni que pueda haber una futura reconciliación, pero igual que en el trabajo te llevas medianamente bien con todos tus compañeros, aunque no seas "amigo" de todos ellos, en las relaciones familiares y sobre todo las que implican a tus hijos, tienes que mirar más allá del rencor y del dolor y hacer brillar tu luz interior (como cantaba Gloria Estefan)

Hoy te voy a dar las pautas que yo sigo y el porqué de ellas.

1- Mediación, no hace falta que sea un abogado, puede ser un amigo común en el que confiáis los dos (ojo, sin culpar a nadie, aunque sea complicado) Alguien que ya haya pasado por lo mismo o que entienda del tema, porque la verdad yo no sabía nada ni de divorcios, ni de pensiones, ni de acuerdos... Pero nos sentamos con la abogada, nos dió una lista de puntos a tratar y nos dejó para que nos pusiéramos de acuerdo, Si en ese punto es imposible sentarte en una mesa con tu pareja, puedes ir intercambiando propuestas, y será el mediador el que haga de interlocutor.

2. Saber parar, sí, me refiero a morderte la lengua, saber frenar en el momento adecuado para que la relación no vuelva a ser tal y como era cuando os separasteis, porque créeme, si queremos avanzar debemos frenar y tomar impulso para continuar,
Si en una conversación seria, que hay que tenerlas, y muchas, ves que la cosa se pone turbia, mejor cerrar la boca, tomar aire y decir, POR AHÍ NO, ese tema mejor no seguimos con el. Habrá un silencio incomodo pero podremos continuar sin reprocharnos nada ni tener que empezar de nuevo.

3. Compromiso, si, esa persona a la que seguramente no es fácil mirar a la cara, que te recuerda todo lo malo de tu vida anterior y que además es posible que sea la causante de algunas de tus frustraciones también es la persona con la que tienes el compromiso más grande del mundo, LA CRIANZA DE TUS HIJOS, por lo que hagas lo que pactéis lo que pactéis tienes que comprometerte y cumplirlo, y por supuesto exigir el mismo compromiso para la otra parte.

4. Confianza y empatía,  en este punto creo que es uno de los más importantes de todo, ponerte en el lugar de los demás, mirar con sus gafas y no hacerte un muro que derribe toda propuesta de crecimiento solo por saber de quién viene.
La custodia, el plan de alimentos, los horarios de visita... Todo es negociable y hay que ponerse en la piel del otro y sobre todo DE LOS NIÑOS para saber que es lo mejor para todos y de qué forma podemos arreglarlo haciendo el menor cambio posible.
En nuestro caso, los dos cobramos más o menos lo mismo, la casa es mía pero vive él, y los niños, aunque la guardia es mía, tenemos unos horarios de visita que se asemejan lo máximo posible a la vida anterior al divorcio, el los vé por la tarde, y fines de semana alternos (que es lo que su horario de trabajo permite) y yo mañana y noche, y fines de semana alternos, lo que me permite tener tiempo de calidad para mí misma (pero este punto os lo cuento en otro post).
Cumpleaños, fiestas, eventos, cambios de turno y demás son cosas que aunque están pactadas de antemano, y consensuadas, puede haber variaciones porque ambos estamos dispuestos a ceder, pro el bien de nuestros hijos.

Si has llegado hasta aquí, pensarás que es de locos, que es imposible llegar a un entendimiento con tu expareja y que esto solo pasa en 1 de cada 1000 familias, pero y si ese uno fueras tú???

La verdad, si me he divorciado es por que era lo mejor para mí y mi familia, algún día tendré el valor de contar mi historia, aunque no ha llegado ese momento todavía,  y si no tuviera hijos seguramente no estaría hablando de empatía ni mediación porque habría una barrera muy grande entre nosotros, pero los hay y hay que ser responsable con su futuro.

Cuéntame que estarías dispuesta a hacer tú por tus hijos y si crees que puedes intentar este camino...
O si ya lo has intentado, cuéntanos que tal te va..


El en próximo post, os contaré todos los puntos a tener en cuenta en un ACUERDO DE DIVORCIO.

10/07/19

¿Cómo se pasa de ser una pareja ardiente y apasionada a ser compañeros de piso?
¿Cómo se sabe si la situación actual con mi pareja es pasajera o el amor se ha acabado para siempre?

El otro día charlaba con una amiga sobre las parejas, como hay parejas que después de 30 años juntas parecen recién casados, mantienen esa chispa y esa complicidad única y como otras parejas parecen solamente compañeros.

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La verdad no creo que nadie tenga la recet perfecta, porque nadie es igual ni en sentimientos ni en personalidad a otra/o, y el porqué se acaba el amor puede variar de una persona a otra. Pero si que he visto, hablando con muchas mujeres que me preguntan casi lo mismo ¿Cómo sé si la situación actual con mi pareja es pasajera o el amor se ha acabado para siempre?.


Si estás casada, o vives en pareja desde hace mucho, el "Síndrome del compañero de piso" puede pasarle a cualquiera, porque las personas cambian, como sus circunstancias, rutinas, sus obligaciones, y con ellas sus relaciones con el resto del mundo incluso con ellas mismas.
Y por supuesto como en un primer día de colegio, o de nuevo curro,, la novedad y la emoción que tan presentes están al principio, se desvanecen poco a poco y la realidad las absorbe.

Cuando la rutina y la realidad se establecen, y te hacen regresar a la tierra, después de un tiempo en las nubes, con un loco y apasionado amor, es un desafío mantener vivo ese fuego, la complicidad, el amor, la química, los valores... por eso, te dejo siete señales para detectar si seguís compartiendo sueños o solamente facturas.

7 señales para detectar si tienes pareja 

o un compañero de piso.


1- Dormir separados,

Suena muy obvio pero debe serlo, si por circunstancias (alguno ronca, o desvela al otro con sus movimientos, tenéis turnos de trabajo diferentes... ) dormís separados, quiere decir que no tenéis la misma implicación que al principio, o que preferís vuestra comodidad personal a la pareja.

Noooo, no me vale la excusa de los bebés tampoco, ¿no habéis oído hablar de Colecho? He convivido en la misma cama con 3 hombres durante 4 años y no hemos tenido ningún impedimento, así que no me digas que un bebé puede echarte a tí o a tu pareja de la cama, eso querida se llama comodidad, y ojo, que la cama no está solamente para tener sexo, esta para tener intimidad, una buena charla antes de dormir, contarle a tu pareja tus sueños o temores, una caricia o un acurruco en una mala noche... La cama debe ser el refugio sagrado de una pareja y si no tienes refugio es que igual tampoco tienes pareja.

2- No tocarse.

Un abrazo, un cachete sexy en el culo, una caricia por el brazo cuando pasas a su lado, o atusarle un poco el pelo cuando esté cerca, eso es intimidad también, el decirle estoy aquí, te extraño. Piensa, hace cuanto que no os tocáis?? Y mira que yo soy una persona muy poco cariñosa, pero el contacto humano siempre es necesario.  Si no os rozáis ni en el pasillo, tiene mala pinta.

3- No pelear.

Pelear no significa insultar, ni faltar el respeto al otro, no hace falta gritar para discutir, es una forma de intimidad también, por supuesto, ante algo que no te gusta o te molesta, debes tener la confianza de decirlo, de dar tu opinión sincera, de mostrarte tal y como eres. Ya hay tiempo suficiente para morderte la lengua con tu jefe, o tu vecina cotilla, pero con tu pareja, deberías poder discutir de cualquier tema, desahogarte, pedir perdón después si lo merece, o tirarte 3 días sin dirigirse la palabra pero sabiendo que siempre estará allí...

4- No disfrutar del tiempo de calidad juntos (o no tenerlo directamente).

El tiempo se puede gastar de muchas maneras, pero la palabra clave es calidad. Se puede pasar tiempo de calidad mientras cocinamos juntos, tenemos una buena sobremesa juntos, o simplemente  juntos frente al televisor con una copa de vino. Las discusiones sobre los niños, las tareas domésticas o las cuentas o las finanzas no son tiempo de calidad. El tiempo de calidad profundizará su conexión. Si hace tiempo que no están pasando tiempo de calidad juntos, si no recuerdas la última vez que disfrutaste de un rato en silencio con tu pareja, es que sois compañeros de piso. 
5- Una conversación profunda. 
Si cuando hablas con tu pareja solamente es de niños, del trabajo, de lo que le ha pasado a la vecina del segundo... Pero son conversaciones cortas, sin mucho contenido y enseguida vuelve a surgir ese silencio incómodo, es que no sois pareja, recuerdas las largas conversaciones cuando estás empezando, esos domingos al teléfono y esas enormes facturas que llegaban por ello, y ahora tu conversación más larga es por whastapp. 
6- Siempre separados cuando estáis juntos. 
Tu en el salón y él en la cocina, tu en la cocina y él en el garaje, tu en el dormitorios y él en el salón, ¿Te suena? Cuando hacéis cualquier cosa para evitar pasar tiempo real juntos, cuando llegas a casa del trabajo solo os saludáis y cruzáis los caminos, solo sois compañeros de piso. 
Aunque cada relación es única y diferente a su manera, todas tienden a compartir algunos desafíos fundamentales. La vida sucede, y todos estamos ocupados con el trabajo y los niños, pero esa no es la razón por la que se convierten en compañeros de piso. De hecho, estar ocupado con el trabajo y los niños es la excusa que te das por qué la magia y el amor se han ido. Ignoras los problemas en tu relación y te dices a ti mismo que es solo una fase y que mejorará. Pero no lo hará.

7- No tenéis nada en común. 

Te has dado cuenta de que no tienes nada en común con tu pareja. En las primeras etapas de las relación es fácil quedar atrapado en la pasión y la atracción que no te das cuenta de que no tenéis casi nada en común. Te acuerdas de aquella frase de "los polos opuestos se atraen"? Pues lo que puede ser cierto al principio, con los años y la convivencia puede matar a una pareja, los planes que tu propones no le gustan y al contrario, y sí, a veces puedes ir o hacer algo que no te apetezca por estar junto a tu pareja, pero si siempre uno de los dos tiene que estar cediendo porque no encontráis nada en común es muy complicado. ´
Te convenciste a ti mismo de que no importaba, o fingiste que te gustaba y disfrutabas las cosas que realmente no importabas, en aras de que la relación funcionara. Si lo único que comparte en común con su pareja es que viven juntos, tienen un perro o ambos comen alimentos, no son una pareja, solo son compañeros de cuarto.




En mi opinión personal, la relación de "Compañeros de piso"  se produce porque la relación ha muerto, pero nadie quiere admitirlo y decir que se acabo, todos esperamos a que sea el otro/otra el que de el primer paso. Entonces, en lugar de ser honesto contigo mismo y con tu pareja, esperas que las cosas mejoren o simplemente aceptas que esta es tu vida y te conformas con tener un compañero de cuarto.

Dime, ¿Estás de acuerdo con estas señales? ¿Crees que es mejor una relación de compañero de piso que estar solo? ¿Crees que estas relaciones pueden mejorar? ¡Por favor cuéntanos tu opinión, seguro que hay muchas personas que están en tu misma situación. 

9/18/19

Cuando el final está claro y te planteas dejar la convivencia, la siguiente pregunta es ¿Separación o divorcio? Cuando digo que estoy separada la gente me contesta, divorciada, y yo contesto - Noooo, no es lo mismo- Y tengo que explicar por enésima vez la diferencia.
Así que este post lo he creado para que si a ti también te pasa lo mismo, le mandes a todos mi enlace y le digas #leemiblog.

divorcio-separacion-diferencias-noesundrama


Cuando piensas en separarte o divorciarte, lo primero que haces es ir a ver a un abogado, y si no lo has pensado, deberías. Fue allí donde mi superabogada me contó la diferencia entre divorcio y separación y yo te la resumo en idioma "de a pie".

Para empezar te contaré lo que tienen en común:

1- Las dos opciones implican "Cese de la convivencia", es decir, una de las dos personas abandona la vivienda común, o incluso si no llegan a un acuerdo, pueden abandonarla los dos.

2- En ambos casos, hay que dividir los bienes comunes, si estabais casados en régimen de Gananciales deberéis hacer la liquidación (esto os lo cuento en otro post, porque también es complejo) si el matrimonio fue en régimen de separación de bienes, serás más sencillo.

3-Establecer la guardia y custodia de los niños, si los hubiera. En todos los casos siempre el primer paso es preservar el bienestar de los niños (aunque a veces se nos olvide). Además también se dispondrá el régimen de visitas y la pensión alimenticia.

Y ahora, ¿Cuáles son las diferencias?

- Si se lleva a cabo una separación, no se disuelve el vinculo matrimonial, por lo que a efectos legales, siguen siendo pareja y no se podrá contraer matrimonio con otras personas.

- Como he explicado antes, tanto en la separación como el divorcio, se dividen los bienes, pero es solamente bajo el divorcio cuando se disuelve la sociedad de gananciales si la hubiera, y se dividen los bienes, en la separación los bienes anteriores siguen siendo de los dos.

- El divorcio no necesita que antes haya habido separación, ni permiso de la otra parte para solicitarlo.

Espero que te haya quedado claro, si tienes dudas cuéntamelas en comentarios y se las pasaré a mi abogada, que seguro estará encantada de ayudarnos.
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