niños separados
11/17/19
Esta pregunta que me hacen conocidos y amigos día sí y día no, tiene muchos matices y muchas anotaciones.
Llevarte bien con tu expareja, no significa irte de cañas, no significa que sois amigos ni que pueda haber una futura reconciliación, pero igual que en el trabajo te llevas medianamente bien con todos tus compañeros, aunque no seas "amigo" de todos ellos, en las relaciones familiares y sobre todo las que implican a tus hijos, tienes que mirar más allá del rencor y del dolor y hacer brillar tu luz interior (como cantaba Gloria Estefan)
Hoy te voy a dar las pautas que yo sigo y el porqué de ellas.
1- Mediación, no hace falta que sea un abogado, puede ser un amigo común en el que confiáis los dos (ojo, sin culpar a nadie, aunque sea complicado) Alguien que ya haya pasado por lo mismo o que entienda del tema, porque la verdad yo no sabía nada ni de divorcios, ni de pensiones, ni de acuerdos... Pero nos sentamos con la abogada, nos dió una lista de puntos a tratar y nos dejó para que nos pusiéramos de acuerdo, Si en ese punto es imposible sentarte en una mesa con tu pareja, puedes ir intercambiando propuestas, y será el mediador el que haga de interlocutor.
2. Saber parar, sí, me refiero a morderte la lengua, saber frenar en el momento adecuado para que la relación no vuelva a ser tal y como era cuando os separasteis, porque créeme, si queremos avanzar debemos frenar y tomar impulso para continuar,
Si en una conversación seria, que hay que tenerlas, y muchas, ves que la cosa se pone turbia, mejor cerrar la boca, tomar aire y decir, POR AHÍ NO, ese tema mejor no seguimos con el. Habrá un silencio incomodo pero podremos continuar sin reprocharnos nada ni tener que empezar de nuevo.
3. Compromiso, si, esa persona a la que seguramente no es fácil mirar a la cara, que te recuerda todo lo malo de tu vida anterior y que además es posible que sea la causante de algunas de tus frustraciones también es la persona con la que tienes el compromiso más grande del mundo, LA CRIANZA DE TUS HIJOS, por lo que hagas lo que pactéis lo que pactéis tienes que comprometerte y cumplirlo, y por supuesto exigir el mismo compromiso para la otra parte.
4. Confianza y empatía, en este punto creo que es uno de los más importantes de todo, ponerte en el lugar de los demás, mirar con sus gafas y no hacerte un muro que derribe toda propuesta de crecimiento solo por saber de quién viene.
La custodia, el plan de alimentos, los horarios de visita... Todo es negociable y hay que ponerse en la piel del otro y sobre todo DE LOS NIÑOS para saber que es lo mejor para todos y de qué forma podemos arreglarlo haciendo el menor cambio posible.
En nuestro caso, los dos cobramos más o menos lo mismo, la casa es mía pero vive él, y los niños, aunque la guardia es mía, tenemos unos horarios de visita que se asemejan lo máximo posible a la vida anterior al divorcio, el los vé por la tarde, y fines de semana alternos (que es lo que su horario de trabajo permite) y yo mañana y noche, y fines de semana alternos, lo que me permite tener tiempo de calidad para mí misma (pero este punto os lo cuento en otro post).
Cumpleaños, fiestas, eventos, cambios de turno y demás son cosas que aunque están pactadas de antemano, y consensuadas, puede haber variaciones porque ambos estamos dispuestos a ceder, pro el bien de nuestros hijos.
Si has llegado hasta aquí, pensarás que es de locos, que es imposible llegar a un entendimiento con tu expareja y que esto solo pasa en 1 de cada 1000 familias, pero y si ese uno fueras tú???
Cuéntame que estarías dispuesta a hacer tú por tus hijos y si crees que puedes intentar este camino...
O si ya lo has intentado, cuéntanos que tal te va..
El en próximo post, os contaré todos los puntos a tener en cuenta en un ACUERDO DE DIVORCIO.
Llevarte bien con tu expareja, no significa irte de cañas, no significa que sois amigos ni que pueda haber una futura reconciliación, pero igual que en el trabajo te llevas medianamente bien con todos tus compañeros, aunque no seas "amigo" de todos ellos, en las relaciones familiares y sobre todo las que implican a tus hijos, tienes que mirar más allá del rencor y del dolor y hacer brillar tu luz interior (como cantaba Gloria Estefan)
Hoy te voy a dar las pautas que yo sigo y el porqué de ellas.
1- Mediación, no hace falta que sea un abogado, puede ser un amigo común en el que confiáis los dos (ojo, sin culpar a nadie, aunque sea complicado) Alguien que ya haya pasado por lo mismo o que entienda del tema, porque la verdad yo no sabía nada ni de divorcios, ni de pensiones, ni de acuerdos... Pero nos sentamos con la abogada, nos dió una lista de puntos a tratar y nos dejó para que nos pusiéramos de acuerdo, Si en ese punto es imposible sentarte en una mesa con tu pareja, puedes ir intercambiando propuestas, y será el mediador el que haga de interlocutor.
2. Saber parar, sí, me refiero a morderte la lengua, saber frenar en el momento adecuado para que la relación no vuelva a ser tal y como era cuando os separasteis, porque créeme, si queremos avanzar debemos frenar y tomar impulso para continuar,
Si en una conversación seria, que hay que tenerlas, y muchas, ves que la cosa se pone turbia, mejor cerrar la boca, tomar aire y decir, POR AHÍ NO, ese tema mejor no seguimos con el. Habrá un silencio incomodo pero podremos continuar sin reprocharnos nada ni tener que empezar de nuevo.
3. Compromiso, si, esa persona a la que seguramente no es fácil mirar a la cara, que te recuerda todo lo malo de tu vida anterior y que además es posible que sea la causante de algunas de tus frustraciones también es la persona con la que tienes el compromiso más grande del mundo, LA CRIANZA DE TUS HIJOS, por lo que hagas lo que pactéis lo que pactéis tienes que comprometerte y cumplirlo, y por supuesto exigir el mismo compromiso para la otra parte.
4. Confianza y empatía, en este punto creo que es uno de los más importantes de todo, ponerte en el lugar de los demás, mirar con sus gafas y no hacerte un muro que derribe toda propuesta de crecimiento solo por saber de quién viene.
La custodia, el plan de alimentos, los horarios de visita... Todo es negociable y hay que ponerse en la piel del otro y sobre todo DE LOS NIÑOS para saber que es lo mejor para todos y de qué forma podemos arreglarlo haciendo el menor cambio posible.
En nuestro caso, los dos cobramos más o menos lo mismo, la casa es mía pero vive él, y los niños, aunque la guardia es mía, tenemos unos horarios de visita que se asemejan lo máximo posible a la vida anterior al divorcio, el los vé por la tarde, y fines de semana alternos (que es lo que su horario de trabajo permite) y yo mañana y noche, y fines de semana alternos, lo que me permite tener tiempo de calidad para mí misma (pero este punto os lo cuento en otro post).
Cumpleaños, fiestas, eventos, cambios de turno y demás son cosas que aunque están pactadas de antemano, y consensuadas, puede haber variaciones porque ambos estamos dispuestos a ceder, pro el bien de nuestros hijos.
Si has llegado hasta aquí, pensarás que es de locos, que es imposible llegar a un entendimiento con tu expareja y que esto solo pasa en 1 de cada 1000 familias, pero y si ese uno fueras tú???
La verdad, si me he divorciado es por que era lo mejor para mí y mi familia, algún día tendré el valor de contar mi historia, aunque no ha llegado ese momento todavía, y si no tuviera hijos seguramente no estaría hablando de empatía ni mediación porque habría una barrera muy grande entre nosotros, pero los hay y hay que ser responsable con su futuro.
Cuéntame que estarías dispuesta a hacer tú por tus hijos y si crees que puedes intentar este camino...
O si ya lo has intentado, cuéntanos que tal te va..
El en próximo post, os contaré todos los puntos a tener en cuenta en un ACUERDO DE DIVORCIO.
8/30/19
Cuando una es madre siempre tiene en mente a sus hijos y aún más se hacen presentes cuando decidimos separarnos o divorciarnos. Al fin y al cabo ellos no pueden dejar de ser hijos biológicos de su padre y su madre, así que una de las cosas que más suele preocupar es cómo tratar este tema con ellos.
Muchas veces buscamos en internet, en nuestra amiga que pasó por ello, etc. fórmulas mágicas para abordar temas que son muy personales y difíciles para nosotros. Aquí hay algo que es fundamental y no se trata de si decírselo juntos o separados, de si mejor en casa o después de ir de excursión, etc. No, es algo muy importante como para obviar un primer paso imprescindible antes de abordar el cómo tratar el tema del divorcio con tu peques. Se trata de ti. Y créeme si te digo que es un error sentarse para hablar con ellos sin haberte sentado para hablarlo contigo misma primero.
Lo más importante es esa reunión que debes tener estando tú a solas contigo misma. Quizá ya lo sabías o quizá es la primera vez que lees lo que voy a decirte pero los demás son nuestro reflejo y nuestros hijos aún más si cabe.
Por lo tanto todo aquello que te preocupe o inquiete lo reflejarán ellos si no te has encargado de trabajarlo primero en ti y en tu mente. Así que toca sentarse a pensar en lo que más me preocupa que suceda, en lo qué me gustaría me dijeran mis hijos y en lo que no.
Solo si exploro en mi mente las opciones puedo verlas otro día con calma y valorar lo realistas que son, cuál es la mejor forma de reaccionar y responder en cada caso, etc.
Tanto para el día en el que realmente te sientes a decirles que las cosas van a cambiar en la familia, como para el día en el que te reúnes contigo misma, la mejor forma de acertar es que estés tranquila y lo hagas un día en el que te sientas fuerte, calmada y segura.
Tú eres la base segura para tus hijos y su refugio emocional y psicológico por lo que ellos responderán de forma más positiva si cuando te sientes a decirles las cosas tú estás segura, tranquila y te sientes fuerte.
Creer firmemente en que es lo mejor para todos es algo que ellos percibirán y es algo que te ayudará mucho para enfrentar el momento de cómo tratar el divorcio con tus hijos.
Al final como todo en la vida, cuanto más preparada estés tú mejor irá todo y la preparación en temas del corazón no es un discurso o el mejor momento, o esta palabra o aquella. Cuando se trata del amor y aún más de la estabilidad emocional de tus hijos la preparación debe ser emocional. Ser capaz de gestionar tus emociones y las suyas será clave para ese momento y los que vendrán.
Hay algo que ayuda mucho tras esa reunión contigo misma; es gestionar las emociones que te provoca esa reunión con tus hijos y ponerte en el mejor estado emocional y energético para ese momento. Hay muchas técnicas y formas; hoy te dejo una muy sencilla de hacer.
Respirar, ponerle nombre a la emoción que sientes y visualizar el resultado ideal de esa reunión. Imagina una y otra vez ese abrazo, esa sensación de bienestar tras una reunión que ha sido satisfactoria para ti y tus hijos. Diséñalo en tu mente pero siéntelo con tu corazón y será más fácil que se haga realidad.
-----------SOBRE LA AUTORA---------------
Este artículo ha sido escrito con mucho amor, por Sabina Serrano, una psicóloga murcia, especializada en atención perinatal, postparto y crianza.
"Todo un ejemplo de profesionalidad en el sector de la psicología. Sabina es un referente a nivel regional en la especialidad perinatal, además, se nota que hace lo que hace por verdadera vocación. Totalmente recomendada"
Esto no lo digo yo, lo dicen sus clientas.
Os invito a visitar su web y su perfil de Instagram, os sorprenderá gratamente.
Gracias Sabina por todo ;)
8/25/19
Es duro reconocerlo, pero más duro es seguir viviendo una vida que no te gusta, que no te pertenece y por supuesto que no mereces, deja ya de buscar excusas para tu comportamiento, deja de inventar ideas sobre el porque haces esto o lo otro. Si no estás bien, divórciate.
La verdad es que estás mal, y si al igual que unos pantalones que te compraste con todo el deseo del mundo ya no te vienen y los tienes 5 años en el armario criando polvo, no sigas guardando una relación en el armario, abre la puerta, deja que salga y cómprate otro pantalón.
En este caso, abre la puerta de tu casa, deja que se vaya (o vete tú como hice yo) y empieza a disfrutar de tu vida, SOLA.
Ahora te contaré mis primeros pasos en mi separación, que igual no son los más comunes pero fueron los que yo seguí.
- 1- Coge tu bolso y sal corriendo.
Creeme que eso ayuda mucho, yo lo había intentado varias veces sin éxito y cada vez que me acuerdo de ese dolor de muñeca, más me ratifíco en lo que hice.
- 2- Busca ayuda.
Yo me senté con mi familia, mi Clan, y les dije, sé lo que he hecho, y os pido ayuda y un guantazo por adelantado si se me ocurre volver a pisar esa casa, tal cual.
- 3. Visualizate dentro de 3 años.
Pues lo mismo, pero ahora tu pareja ideal eres tú.
- 4. Cambia de aires.
- 5. Comienza dando el primer paso.
Bueno, ya llevo más de 300 días fuera de casa, cosa que hace poco me parecía impensable, pero fui capaz de hacerlo y ahora mi vida es mía y es real.
Leyendo estos puntos, me doy cuenta de que sí, soy muy literal y también igual un poco agresiva, pero quien me conoce sabe que soy todo lo contrario y necesito algo FUERTE, que me haga dar un salto del sillón y ponerme en marcha.
En el próximo capítulo, os contaré como es luchar contra un narcisista.
Si has seguido estos pasos, cuentame como fue tu salida de esa relación y si has seguido otros, pues soy toda oidos, porque esta lucha no ha hecho más que empezar.
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